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Foto tomada de la cuenta de facebook de la Provincia Eclesial |
*En vísperas del proceso electoral, emiten un comunicado en el que
advierten sobre los que “intentan apoderarse del ánimo, de la vida económica y
del futuro de nuestros municipios”
*Denuncian que aumenta el clima de impunidad,
aluden al descontento social y conminan a los gobernantes de Guerrero a
escuchar los gritos de las víctimas de la violencia
/Verónica CASTREJÓN ROMÁN
Acapulco; Guerrero, 18 de febrero de 2024.- Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Acapulco conminan a las
autoridades a no dejarse rebasar por la delincuencia organizada, a quienes se
refieren, como “aquellos que intentan
apoderarse del ánimo, de la vida económica y del futuro de nuestros municipios”.
En un
comunicado transmitido por el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González
González, en su cuenta de Facebook, los prelados aluden al descontento social,
el cual, sostienen, “aumenta ante el clima de impunidad y algunos pueblos
empiezan a asumir roles que corresponden a las fuerzas del orden”.
Y así,
manifiestan su intención: “imitando a Jesucristo, enviado de Dios para el bien
de los humanos, queremos ser voz de los que no tienen voz, de los oprimidos,
perseguidos y humillados, para que sus derechos sean respetados”.
Agregan
después en su comunicado: “A nuestros gobernantes les pedimos que superen
cualquier actitud de indiferencia ante aquellos que los eligieron para gobernar”;
recalcan que “el grito ensordecedor de las personas y familias que han sido
víctimas de múltiples formas de violencia tiene que ser escuchado por todos
aquellos que deben asegurar la legalidad en nuestro estado y país” y que son
“los que pueden contribuir a restablecer un orden justo en la sociedad y (en) aquellos
que dañan a la sociedad”.
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A través del documento, los 4 obispos hacen un llamado “a todos
aquellos que han hecho del crimen un estilo de vida” y les piden cesar en sus
abusos “en contra de las personas, de las familias, de los pueblos y ciudades”.
Sin eso, detallan; sin un ambiente libre de intimidación y de violencia, no se puede conservar la integridad física y psicológica, trabajar honestamente, consolidar el patrimonio material, disfrutar de la familia, asistir a los centros escolares, llegar a las instituciones de salud y manifestar públicamente su fe.
Ante eso, llaman también a las familias a evitar que sus
integrantes engrosen las filas de quienes promueven la cultura de la muerte, a
través del fomento de actitudes de paz, para que aprendan a apreciar “plenamente
la dimensión comunitaria de la vida”.
En el
comunicado leído por el prelado, invitan a las comunidades creyentes a “asumir
la convicción de que la paz nace de quienes se abren a Dios, promueven la
fraternidad, una cultura y una espiritualidad de solidaridad y de paz e invocan
constantemente a Dios en la oración”.
Por último,
recuerdan a sus agentes de pastoral que todos, en las diócesis, tienen el
compromiso de evangelizar, “para lograr que Cristo nuestra paz eduque nuestra
conciencia y así sepamos optar siempre por el bien, defender la dignidad de
todas las personas y construir una sociedad que permita ‘una vida buena’ para
todos”.