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Fotografías de Raúl Séndic García |
/VERÓNICA CASTREJÓN ROMÁN
Acapulco; Guerrero, a 26 de agosto de 2025.- Ya no escuchó el ruido de motores, ni
las voces que gritaban el hallazgo de su cuerpo. Ya no sintió el calor de los
rayos del sol, ni la brisa, ni las gotas del mar resbalando en su cara.
Su decisión puso punto final a sus sueños, a sus dudas y
problemas. No. No fue culpa del alcohol, la determinación debió haber venido desde
lo más profundo de su conciencia.
Hoy solo quedan dudas, preguntas, dolor y sentimientos de
culpa. ¿Fue por mí?, ¿para qué le dije eso?, ¿y si no hubiéramos ido ahí?
El dolor, su dolor se multiplica por entre las rocas y las
olas que se llevaron su cuerpo.
Esta mañana, elementos de la Secretaría de Marina, lo
hallaron, lo sacaron de su húmeda mortaja y será colocado en una helada superficie
en el Servicio Médico Forense.
Ahí llegará su madre, su familia, sus amigos, para llevarlo a
su última morada.
Anoche, en una de esas noches mágicas de Acapulco, llenas de
luz de luna y aroma de mar, decidió partir; y se fue de un salto. Los acantilados
no fueron suficientes, la obscuridad y el agua también lo reclamaron.
Hoy, desde el cielo, desde tierra y desde el mar, dieron con él.
Solo dejó preguntas.
No hay respuestas.
¿Sientes que los problemas te agobian y no les encuentras
solución?
¿Duermes mucho y no tienes ganas de hacer nada? podría ser
depresión.
Llama a la Línea de la vida y encontrarás apoyo: 800 911 2000