Acapulco Tropical
/Misael Habana de los Santos
No sé por dónde empezar, pero hay que empezar por algún
lugar. Fue un fin de semana tardío en información para Acapulco: desde el
viernes en la tarde, pasando por el sábado y el domingo… Y además generoso en
noticias que rebasaron lo local por la presencia de la presidenta Claudia
Sheinbaum Pardo en el puerto. Como siempre, los actores políticos aprovecharon
para exhibir su folclore en la eterna búsqueda del poder.
El viernes de los abucheos
A las cuatro de la tarde se inauguró una parte del hospital
de especialidades del ISSSTE en Acapulco. Todo muy bonito, según me contaron
colegas reporteros. Pero el hecho que se llevó la nota no fue el hospital, sino
el abucheo preparado para ridiculizar a la presidenta municipal ante la
presidenta de la República.
Les salió el tiro por la culata: la maniobra pensada para
dañar a Abelina terminó empañando el propio evento presidencial. Al otro día,
eso fue lo que destacó en medios nacionales.
¿Quiénes fueron los abucheadores? Fácil: al frente, el
secretario de Bienestar del gobierno estatal, Pablo Gordillo, quien ya había
dado de qué hablar por aquella boda fastuosa (que nadie sabe quién pagó). Junto
a él, el equipo y parte del personal académico y estudiantil del Tecnológico de
Acapulco, obedientes a la línea de su dirección, que responde a los intereses
del grupo de Félix Salgado y de su suplente Arturo Pérez Pérez. Ahí estuvieron,
con porras para Félix y para la presidenta, y abucheos contra Abelina López.
Todo quedó retratado en video por Al Tanto Guerrero, que se hizo viral.
Primer punto malo. Pero así es el estilo de la política rural
de Guerrero, sin importar colores ni bandos.
El arte que incomoda
La comunidad artística también alzó la voz. No fue pleito
partidista, pero lograron lo que muchos buscan: que la presidenta escuchara. Su
exigencia fue clara: respetar lineamientos y protocolos para conservar las
zonas verdes y el libre acceso de los acapulqueños. Esa demanda no es nueva, la
trae todo el pueblo en la garganta. Ellos, simplemente, aprovecharon el
momento.
Costa Chica: la nota y el huipil
El sábado, en Xochistlahuaca, Sheinbaum hizo un
reconocimiento histórico a los pueblos afros y amuzgos, acompañado de la
promesa de una inversión de 70 millones de pesos. Nunca antes un presidente de
la República había pisado esa comunidad.
Pero la nota la dio otra cosa: la enviada del exgobernador
Ángel Aguirre Rivero que intentó regalar un huipil en una bolsa de cartón. La
presidenta lo rechazó. Dos veces. El video fue viral y la polémica creció tanto
que hoy mismo la presidenta lo confirmó en su mañanera. La crónica completa
está en Al Tanto Guerrero, con nombres y apellidos:
https://www.altantoguerrero.com/acapulko-tropikal/tirana-nana-vengo-yo-el-huipil-rechazado/
El domingo de Félix
Para cerrar, el domingo Félix Salgado subió un video donde se
autonombró el bueno, asegurando que nadie con menos de cinco puntos de
preferencia puede aspirar a ser candidato.
Aunque, ojo, también reconoció que “ya no es su tiempo, sino
el de los jóvenes”. Ojalá que ese reconocimiento no signifique colocar a sus
hijos o a sus allegados, sino realmente abrir paso a nuevas generaciones.
Si lo cumple, se le aplaude. Si no, se le seguirá
cuestionando.
Epílogo con chilena
En tres días Acapulco fue escenario de lo mismo de siempre:
actos solemnes convertidos en arena política, huipiles rechazados en bolsas de
cartón, artistas que defendieron los árboles y Félix que volvió a sacarse su
propia rifa.
El puerto sigue siendo espejo y vitrina: devuelve la verdad
cruda entre abucheos, reclamos y aplausos comprados. Y ahí, entre las olas,
Claudia Sheinbaum dejó claro que no todo regalo se acepta, que no todo grito se
obedece y que el poder, aunque se crea eterno, también caduca.
Como dice la chilena de José Agustín Ramírez:
“La política es un baile,
cada quien busca su son;
unos quieren la guitarra,
otros quieren el cajón…”
Y en Acapulco, ya se sabe, siempre hay quien paga la música… aunque desafine la canción.