*Ordenó retirar las fotografías de los desaparecidos de la colectiva Memoria Verdad y Justicia
*Exige que les devuelva el dinero y el tiempo invertidos en pegar las fotos de sus hijos en espacios públicos
*” Si no quieren ver fotografías pegadas por donde quiera que los busquen y nos los traigan de regreso”: Socorro Gil
/VERÓNICA CASTREJÓN ROMÁN
Acapulco; Guerrero, a 23 de febrero de 2025.- El dolor se percibe en el hilo de su voz detrás de la pantalla telefónica; Socorro Gil Guzmán, fundadora de la colectiva de madres buscadoras, Memoria Verdad y Justicia, reclama: “queremos que la presidenta se haga responsable de todo el trabajo que nos ha echado a perder; que nos reponga lo gastado en las fotos de nuestros desaparecidos y en el tiempo invertido en pegarlas, porque personal del Ayuntamiento las eliminó como parte de la limpieza del municipio”.
Socorro advierte que las madres buscadoras de la colectiva se sienten revictimizadas por el gobierno que preside Abelina López Rodríguez ya que ordenó retirar las fotografías que como estrategia de búsqueda habían pegado en la Costera, en el zócalo y la Vía Rápida, cerca del mercado; “para seguir buscándolos y seguirlos nombrando y seguir haciendo memoria en nombre de cada uno de nuestros desaparecidos”.
Hoy, las integrantes de Memoria, Verdad y Justicia Acapulco siguen a la espera de que la alcaldesa las reciba, como fue la promesa del director de Gobernación, Ramón Montiel, quien desde diciembre pasado, no ha encontrado el espacio de concertación con la presidenta municipal, a quien le quieren preguntar los motivos por los que deshacen sus esfuerzos de búsqueda; pedirle que les pague el importe de las fotografías que les destruyeron, y solicitarle, por lo menos, “un poco de apoyo; aunque sea botellas de agua, porque la colectiva con trabajos reúne para la impresión de las fotos y para los trabajos de búsqueda”.
Socorro Gil Guzmán alude a la sensibilidad de la presidenta municipal ya que hace más de cinco años, su hijo Jonathan Guadalupe Romero Gil, fue desaparecido a manos de policías municipales de Acapulco, y, como ella, las demás integrantes de la colectiva tratan de localizar a sus seres queridos mediante una estrategia que “nos ha echado a perder, que nos ha quitado, que es nuestra búsqueda, nuestro dolor, nuestra necesidad por querer encontrar a nuestros familiares”.
Acusa entonces; “y ya que el estado es omiso y negligente y no hace su trabajo; pues que nos dejen a trabajar a nosotros; si no quieren ver fotografías pegadas por donde quiera, pues entonces que busquen a nuestros desaparecidos, que nos los traigan de regreso y nosotros dejamos de hacer este trabajo que debería de estar haciendo la Fiscalía o la Comisión de Búsqueda o el Estado completo y, sin embargo, no lo hacen”.
Con una voz cansada pero fuerte, la doliente madre buscadora explica que cada cumpleaños o cada aniversario de desaparición, la colectiva Memoria, Verdad y Justicia coloca en bardas, postes y muros, fotografías con los rostros de quienes no volvieron jamás a sus hogares; “llevamos más de 1 año pegando fotografías y todas fueron retiradas; las mandó a quitar el ayuntamiento como limpieza de su municipio. También las que colocamos en forma de esferas el 7 de diciembre en el kiosco del zócalo fueron retiradas; antes del 20 de diciembre ya no había ninguna fotografía”.
La colectiva se ha dado a la tarea de volverlas a pegar, poco a poco, porque de 50 que les destruyeron, la semana recolocaron 16; “pero volveremos a pegarlas todas”, anuncia la entrevistada.
Desde entonces buscan la reunión con la alcaldesa que se ha negado a recibirlas. El 9 de enero, dice, ella personalmente llevó la petición de audiencia con Abelina López, y ni siquiera les responde; “detrás de cada foto hay una familia en busca; hay mucho dolor y sufrimiento, pero el Ayuntamiento nos agrede, nos revictimiza, nos está minimizando”, lamenta Socorro Gil quien lleva sus esfuerzos no solo a la colocación de fotografías de 90 por 60 centímetros con los rostros de hombres y mujeres no localizados. No. También trata de crear conciencia en los cuerpos policíacos.
El pasado jueves en el patio de la Secretaría de Seguridad en Acapulco, dirigió ante cerca de 40 policías municipales una conferencia con palabras con las que intenta mover sus corazones y conmover su humanidad, pues su hijo, Jonathan Guadalupe Romero Gil, fue levantado por elementos de esa corporación hace 5 años y desde entonces, minuto a minuto lo piensa y lo busca en compañía de otras madres que también lloran la ausencia de los suyos.