Le han mentido a Sheinbaum

Redacción
0


Opinión/Yo, ciudadano

/Gustavo Martínez Castellanos

Acapulco; Guerrero, a 25 de abril de 2025.- No es la primera vez, y parece ser que no será la última, en que, tanto la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, como la alcaldesa de Acapulco, Abelina López le mienten a la presidenta Claudia Sheinbaum. 

Esta vez lo hicieron con referencia a las cifras del periodo vacacional de semana santa 2025 en Acapulco.

La presidenta declaró hace unos días en su Mañanera del Pueblo que Acapulco está recuperado, que el puerto ha vuelto a surgir de sus cenizas, que el turismo ha abarrotado sus playas.

¿En qué se basa la presidenta para externar tales datos?

La respuesta es simple: en los datos que le dan tanto la gobernadora, como primera instancia, y la alcaldesa como instancia principal.

Principal y primera instancias no son lo mismo, la alcaldesa es la funcionaria de más alto nivel de la municipalidad, es cabeza y epidermis de la vida administrativa y pública de cada ciudad. 

Los gobernadores o gobernadoras, en cambio, son los funcionarios que vigilan el devenir de cada municipalidad.

Así, un gobernador está obligado a rendir cuentas a la presienta sobre la entidad, es decir, sobre el cúmulo de municipios que están bajo su cuidado, pero es, en realidad, cada alcalde, el que se enfrenta a la problemática y conocimiento de cada municipio o enclave particular.

En Guerrero, la gobernadora es el nexo entre cada municipio y la presidencia de la república. Es muy difícil que la presidencia acuda directamente a los alcaldes para enterarse de algo.

De esa manera, decimos, la primera instancia es Evelyn, pero la instancia principal, en el caso de Acapulco, es Abelina.

Si Abelina le miente a Evelyn, allá Evelyn si le cree y si transmite a la presidenta las mentiras de Abelina. No está de gobernadora para distraerse, aunque en el caso de Evelyn eso es un tanto cuestionable, está para vigilar todos y cada uno de los municipios bajo su administración.

Y, en el caso de Acapulco en estas vacaciones, parece ser que Abelina le mintió a Evelyn, y Evelyn le creyó y a su vez ella le mintió a la presidenta Claudia Sheinbaum.

La mentira, en realidad, es un cúmulo de mentiras, mismas que la presidenta repitió.

Las mentiras son estas:

Uno, que Acapulco está recuperado. No, no lo está, el municipio carece de agua, carece de movilidad eficaz y carece de satisfactores tales como un mercado central. Lo que es peor, carece de seguridad.

Dos, Acapulco es seguro. No, no lo es. Al igual que los priistas, los morenistas no se tientan el corazón y promocionan los sitios de recreo familiar del estado de Guerrero sin el más mínimo asomo de pudor, pues, el estado, todo, es inseguro, tanto así que esta temporada vacacional fue especialmente violenta, con un promedio de tres asesinatos diarios durante la Semana Mayor.

Tres, Acapulco tuvo un lleno total. Las cifras que presentan las autoridades locales, tanto municipio como estado, tienen como referencia, la ocupación hotelera. 

La ocupación hotelera, sin embargo, es un parámetro increíblemente subjetivo, no confiable, pues.

La ocupación hotelera se arma de la siguiente forma: un empleado del gobierno municipal llama a cada hotel y pregunta por la cantidad de cuartos ocupados y el encargado de proporcionar esas cifras tiene la completa libertad de decir lo que se le venga en gana.

Así es. No hay ningún elemento objetivo, ningún parámetro técnico ni ningún instrumento de medición ni siquiera medianamente científico en el que el gobierno municipal se base para comprobar si lo que ese empleado del hotel en cuestión dice es comprobable.

No lo hay.

De esa forma, cuando los hoteles reportan un porcentaje, lo hacen vigilando sus propios intereses, es decir, evitando que la autoridad correspondiente sepa la verdad.

Sin embargo, la forma en la que Evelyn y Abelina le mintieron a la presidenta Claudia Sheinbaum no tiene que ver con las mentiras de los empleados de los hoteles sino con algo peor: el nivel de devastación en que se encuentra la ciudad.

Me explico: durante el año 2000 se hizo un estudio de la cantidad de cuartos de hotel que poseía la industria hotelera en Acapulco, la cifra fue estratosférica: cuarenta y cinco mil (sí, 45,000) cuarto de hotel.

 Después, cuando se detectó que tal número de habitaciones arrojaría un acopio fabuloso de recursos, los priistas que enseñoreaban el parque aún jurásico de aquel entonces, le bajaron y promocionaron que eran veinticinco mil cuartos de hotel. 

Todo eso, sin contar con la oferta extrahotelera que, según se supo, superaba a la oferta oficial.

Bueno, vino la pandemia, vino Otis, vino John y ahora resulta que Acapulco, según el decir de Abelina, cuenta con quince mil cuartos de hotel (15,000).

Con esta cifra, ¿qué celebra la presidenta Claudia Sheinbaum cuando dice que hubo una excelente temporada vacacional en Acapulco, porque Acapulco está recuperado?

Parece mentira, pero quince mil cuartos de hotel apenas vienen siendo la tercera parte de los cuarenta y cinco mil verdaderos que había y es un poco más de la mitad de los veinticinco mil que parece ser que hay.


¿Qué nos dice esto?

Que Abelina miente, que Evelyn miente y que ambas le mintieron a la presidenta: Acapulco no está recuperado. No lo está.

Cuando nos damos cuenta de esta mentira, vemos que detrás de esta mentira, hay otra, y es la siguiente: ¿en dónde se hospedaron las decenas de miles de turistas que vinieron a Acapulco en la Semana Santa?

La respuesta es sencilla, otra vez: en la oferta extrahotelera, sí esa que no paga impuestos ni ofrece seguridad ni certeza a los turistas.

¿Quién o quiénes controlan esa enorme industria oculta que es la oferta extrahotelera?

De eso hablaremos en el siguiente Yo, ciudadano.

Publicar un comentario

0Comentarios

Publicar un comentario (0)

#buttons=(¡OK!) #days=(20)

Nuestro sitio usa cookies para mejorar tu experiencia.
Accept !