Yo, ciudadano
Gustavo Martínez Castellanos
Acapulco; Guerrero, a 27 de abril de 2025.- El problema principal con el manejo de las cifras de los cuartos de hotel en Acapulco es que se basa en parámetros muy subjetivos, como casi todo en México, es decir, las cifras de la pobreza, la recaudación de impuestos, la eficacia del sistema educativo o del sistema de salud o de cualquier sistema.
Una muestra de ello, es que, en vísperas del ingreso del año 2000, el gobierno de Zedillo anunció que se había llegado a la estratosférica cifra de 45 mil cuartos de hotel en Acapulco como uno de los tantos logros de su gobierno.
En ese rubro, como en muchos otros, el penúltimo presidente priista fue desmentido poco después, y por ello, la cifra que se adoptó como oficial, fue de 25 mil cuartos, misma que, curiosamente, fue disminuyendo.
Dicha disminución puede verse en el portal de Wikipedia sobre Acapulco en donde para el año 2020 se establece que había 18, 976 cuartos de hotel, es decir, que habían desaparecido 6 mil cuartos.
Sin embargo, la cifra sube en los años siguientes y, para el año 2023 (el año de Otis), se registra que había 21 mil 544 cuartos.
Luego el mismo portal expone que para el año 2024 había 17 mil 676 cuartos, cifra que resulta lógica después del paso del huracán Otis y que señala una pérdida de 4 mil cuartos.
Sin embargo, en marzo de este 2025, El sol de Acapulco reportó que había 13 mil 908 habitaciones de hotel tras la “reapertura del hotel Princess Mundo Imperial”.
Aunque la alcaldesa de Acapulco reportó que había 15 mil cuartos.
¿A quién creerle?, mil cuartos de diferencia son muchos cuartos, por una parte, por otra, ¿acaso no resulta chocante la falta de seriedad con la que los gobiernos se toman este problema?
Esa falta de seriedad, de objetividad, de profesionalismo, es una más de las tantas ramas de la demagogia de nuestros gobiernos que para “mostrar músculo” inflan las cifras y para justificar poca recaudación de impuestos, las desinflan.
Sin embargo, las otras ramas de la demagogia son más interesantes aún, por ejemplo, cuando se dice que Acapulco está recuperado.
¿Cómo puede estar recuperado un puerto turístico que ha perdido 7 mil cuartos de hotel (de 21 mil 544 cuartos a 13 mil 908)?
¿Cuál es la importancia de observar la inmoralidad en esta parte de la demagogia?
La importancia radica en que una ciudad que ha perdido la tercera parte de lo que podría considerarse su “planta productiva” (cuartos de hotel) y a un año y medio del paso del huracán no ha podido resarcir ese déficit, esa ciudad, tiene un tremendo problema de generación de empleos y, por consiguiente, de captación de riqueza.
Hay un problema aún peor: en un año y medio Acapulco no ha podido atraer inversiones, si hubiera inversiones nuevas esos 7 mil cuartos de hotel no se estarían contado como pérdida sino como recuperación, verdadera recuperación, no como la que Evelyn y Abelina, orillan a hacer que la presidente Sheinbaum declare en sus Mañaneras: recuperación de mentiras.
Sobre esos problemas hay algunos más que son igual de llamativos, pero sólo señalaré dos: el primero, ¿dónde están los empleos de los trabajadores que atendían a esos 7 mil cuartos faltantes?, ¿ya se abrieron nuevos puestos?, ¿hay oferta laboral?
Y, el segundo, ¿dónde están los empleados que se quedaron sin el trabajo de atender a esos 7 mil cuartos de hotel faltantes?
La respuesta podría ser macabra: ¿también se los llevó Otis?
Otra respuesta, menos trágica pero igual de dolorosa, podría ser esta: esos trabajadores están desempleados.
Desempleados por falta de 7 mil cuartos de hotel, a los que hay que sumar los otros desempleados: los de los condominios, comercios, oficinas y talleres destruidos por Otis.
Si las dependencias de gobierno que vigilan estos asuntos hicieran su trabajo y encontraran respuestas a las preguntas anteriores tal vez el panorama de Acapulco fuera otro, fuera un panorama menos positivo, menos halagador, menos complaciente y sostenible con la frase: “Acapulco está recuperado”, que la presidenta Sheinbaum emitió entusiastamente en una de sus recientes Mañaneras.
Y si esas dependencias hicieran bien su trabajo tal vez el panorama sería totalmente sombrío pues arrojaría cifras casi catastróficas tales como que la devastación de muchos hoteles y hospederías fue tan grande que jamás se van a recuperar.
O que el desempleo en Acapulco subió un 30 % más después de Otis
O que el número de desaparecidos debido a Otis es infinitamente mayor con referencia a la cifra oficial.
Pero no tenemos información exacta, los gobiernos morenistas, al igual que los gobiernos priistas y los perredistas nos niegan los verdaderos datos.
Sin embargo, son muy prolijos con la demagogia, por eso utilizan siempre parámetros tan cuestionables como la frase “Ocupación hotelera” y con ella hacen maravillosos juegos de palabras tales como “Acapulco superó a Cancún y Puerto Vallarta en ocupación hotelera”; juegos de palabras que nos hacen decir: “Cómo no, si en Acapulco sólo hay 14 mil cuartos de hotel”. Los demagogos dicen: “Acapulco es el centro turístico preferido por los mexicanos” y nunca falta alguien que observe: “Pero el más repudiado por los extranjeros”.
Un dato más sobre la demagogia de los burócratas de turismo es el siguiente.
El director de Turismo municipal de Acapulco sostuvo que se esperaban 250 mil turistas en Semana Santa en este puerto. Más tarde, reguló su discurso y evitó repetir esa cifra que es nada más ni nada menos que un cuarto de millón de personas. Pero después, declaró con bombo y platillo que los resultados de la Semana Santa 2025 “habían superado las expectativas”, es decir, que tal vez llegaron más de 250 mil visitantes.
Y he aquí que la demagogia de ese burócrata y de su jefa, Abelina, y de la gobernadora Evelyn hizo que sus declaraciones se volvieran grotescas: las cifras no checan. No cuadran.
Si, según Abelina y Evelyn y el director de turismo de Acapulco, hay 15 mil cuartos de hotel en Acapulco y las expectativas del número de visitantes era de 250 mil y, además, Abelina dijo que no se podía acampar en el “hotel Camarena”, ya que “hay suficientes cuartos de hotel”, ¿dónde fue que metieron a 250 mil turistas?
Porque si dividimos 250 mil turistas entre 15 mil cuartos de hotel resulta que tendríamos que meter 16.66 turistas en cada cuarto de hotel.
¿Todos los cuartos de hotel en Acapulco son tan grandes como para dar albergue a tantas personas?
Estrambótico, ¿no?
Mentira tras mentira, estos gobiernos municipal y estatal, le mintieron a la presidenta Claudia Sheinbaum y a su vez ella le mintió al país en aquella conferencia Mañanera en la que declaró entusiastamente que Acapulco estaba recuperado.
No. No es así. Acapulco no está recuperado y por lo que puede verse, es posible que jamás se recupere.
Sin embargo, este puerto sigue siendo un destino muy buscado por el turismo nacional.
Y puede ser que las cifras de visitantes sean altas, aquí el problema es que con los datos que los funcionarios dan no puede armarse un panorama claro del fenómeno.
Y encima de eso no tienen pudor en mentirle incluso a la presidenta.
Quien tal vez no sepa que en lo oscurito ambas funcionarias, alcaldesa y gobernadora, se han permitido mentirle sólo con el afán de que ella no se sepa qué enjuagues y cochupos traen ambas entre manos.
Pero eso lo veremos en la siguiente entrega.
Nos leemos en la crónica.