/Ana Grabiela Candela Garzón
La maternidad, según la RAE es una cualidad de la madre, por consiguiente, la madre tiene muchas cualidades al menos en México, algo similar a lo que sucede con los derechos humanos, que son universales, inalienables e intransferibles, por ello, en automático destacan todas sus bondades estereotipadas: cariñosa, abnegada, sacrificada, dadivosa, feliz, buena, bendita y todopoderosa, rechazar alguna de ellas no está permitido; de ser así, la condena y el castigo social y/o jurídico le esperan.
A lo largo de la historia se ha construido la maternidad como una responsabilidad adquirida no negociable, a partir de tal asignación, la madre tiene que cumplir a cabalidad con su rol, aunque eso signifique dejar en pausa su vida laboral y profesional, para dedicarse al hogar y priorizar los lazos familiares, debido a la presión social.
Tal presión social está ligada una tendencia que romantiza la maternidad como efecto homogeneizador, por tanto, todas las mujeres desean convertirse en madres y son felices en todas sus etapas; sin embargo, no todas las mujeres quieren ser madres ni hay una sola forma de serlo, existen las maternidades indígenas, afrodescendientes, afroindígenas, mestizas, acompañadas, en soledad, obligadas, homoparental, adoptivas y de crianza, cada una está condicionada por aspectos como la edad, nivel socioeconómico, cultura y la religión.
Aunque todas las maternidades deberían ser por elección y no por obligación, afortunadamente el movimiento feminista ha puesto en el centro de la discusión las dificultades que implica el ser madre, y los costos de la salud física y mental que conlleva, principalmente cuando se obliga a las víctimas de violencia sexual a engendrar hijos/hijas de sus agresores.
Aún falta mucho camino por recorrer en el reconocimiento de las diferentes formas de ser madre y que está condicionada por los contextos y las propias historias de vida de cada mujer que llega a serlo…
¡Mientras las maternidades sean libres, elegidas y sin estereotipos, podremos pensar en un mundo mejor!
Acapulco; Guerrero, a 10 de mayo de 2025