*Leopoldo González lamentó la ejecución de 13 policías ciudadanos en El Cortijo, municipios de Ayutla de los Libres, en la Costa Chica de Guerrero
*Llamó a los maestros a asumir su compromiso en la tarea
educativa con la convicción de que en la educación se encuentra la semilla de
una esperanza de paz y de justicia
*Advirtió que niños y jóvenes padecen ansiedad por “la ruda
crueldad de la violencia” y el desastre ocasionado por los huracanes Otis y
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/REDACCIÓN TRÓPICO NOTICIAS
Acapulco, Guerrero, a 25 de agosto de 2025.- El arzobispo Leopoldo González
González lamentó la ejecución de 13 miembros del grupo de autodefensa de la
Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), muertos en
una emboscada el pasado 17 de agosto, en la comunidad indígena El Cortijo,
municipio de Ayutla de los Libres.
Los policías comunitarios agrupados en el Sistema de
Seguridad y Policía Ciudadana (SSyPC), regresaban de patrullar las comunidades
indígenas, cuando sufrieron el ataque armado en esa zona de la Costa Chica,
“que hasta hace pocos años era sumamente tranquila”, comentó ayer en su mensaje
dominical el sacerdote.
Pidió porque a partir del conocimiento de la realidad de los
pueblos, colonias y comunidades, las autoridades puedan encontrar la manera de
garantizar, conforme a Derecho, la seguridad de las personas y de sus bienes.
A través de su cuenta de Facebook, el arzobispo de Acapulco
expresó una palabra de cercanía a todas las personas que en estos días han sido
víctimas de las violencias, pero de manera muy especial se refirió a familiares
y amigos “de quienes fueron ejecutados en el cortijo, municipio de Ayutla”.
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Foto de los ataúdes de los miembros de la UPOEG masacrados en El Cortijo. Tomada de las redes |
Leopoldo González oró por la paz y tranquilidad en las
comunidades indígenas del estado; pero, sobre todo de la costa chica, “que hasta hace pocos años era sumamente tranquila”.
Manifestó su rechazo a la violencia e hizo un llamado
insistente de conversión a los perpetradores del crimen; los conminó a dejar de
hacer el mal y les recordó que dios a nadie crea dañino.
El arzobispo de Acapulco también se refirió al regreso a
clases y señaló que la labor educativa es fundamental para el abatimiento de la
violencia y la construcción de paz; “si la educación no forma personas íntegras
que amen el bien, la belleza, la verdad y la justicia, todo lo demás queda
afincado en un terreno frágil y superficial. La persona no encontrará el
sentido de su vida y puede llegar a utilizar sus conocimientos y habilidades
para abusar, para destruir y destruirse. Educar en los auténticos valores es
también labor de la escuela”, recalcó.
Dijo que “el impacto de los huracanes sismos y la ruda
crueldad de la violencia han aumentado los niveles de ansiedad en muchas
personas; también en niños, adolescentes y jóvenes, por lo que la cercanía del
maestro les hace mucho bien”.
E hizo un llamado a los maestros para que, a su regreso a
clases, se acerquen a sus alumnos y los conozcan, a fin de que, si notaran en
algunos, muestras de tristeza, preocupación o estragos, los puedan ayudar a
través del seguimiento de su desarrollo.
El alto prelado también los conminó a corregirlos, pues el
respeto de normas y leyes tienen una base necesaria y el observarlas o no
observarlas acarrea consecuencias diferentes; “tiene gran valor el arte de
corregir -dijo- respetando siempre la dignidad de cada persona, sin causarle
daño ni humillarla con una amable reflexión sobre su conducta” y obligarle a
restaurar, en la medida de lo posible, el daño causado.
Leopoldo González les recordó el Pacto Global por la Educación propuesto por el papa Francisco, que señala que en la educación se encuentra la semilla de la esperanza; una esperanza de paz y de justicia, una esperanza de belleza, de bondad y una esperanza de armonía social.